El Papel de los Ingenieros en el 5G
La quinta generación de tecnologías de telefonía móvil, conocida popularmente como 5G, promete ser una revolución en nuestras vidas aportando al usuario servicios hasta ahora inimaginables. Para ello, esta nueva generación plantea un cambio de enfoque que implica una serie de nuevas contribuciones a distintos niveles [1]. Desde el nivel físico, con nuevos esquemas de modulación y técnicas de transmisión, hasta el nivel de aplicación, con novedosas propuestas que aprovechan en su totalidad el potencial ofrecido por esta nueva arquitectura [2].
Estructura Multicapa 5G y Planificación de Red
La evolución
que sigue la tecnología 5G respecto a sus antecesoras (vea la anterior entrada de este blog) implica una simplificación
en el esquema de red. Para esta labor, la complejidad que supone una tecnología
de este tipo se divide en varios subproblemas independientes, que permiten un
análisis más sencillo. A nivel conceptual, el 3GPP, el mayor grupo de
organizaciones para la estandarización de las telecomunicaciones, propone tres
categorías de servicios para los servicios 5G. Estas son enhanced Mobile Broadband (eMBB), Ultra Reliable Low Latency Communications (URLLC) y massive Machine Type Communications (mMTC). La primera de ellas destaca por conexiones estables de alta velocidad del
orden de 10 Gbps, para lo que será necesario el uso extendido de tecnología
MIMO (Multiple Input Multiple Output) y enlaces de mayor frecuencia, las
conocidas como ondas milimétricas. La segunda de ellas apuesta por
comunicaciones de muy baja latencia. Mientras que en 4G el retardo es de pocas
decenas de milisegundos, 5G promete retardos inferiores al milisegundo mediante
la mejora en la señalización de los paquetes de la red y una reestructuración
de la arquitectura en la red troncal. Finalmente, la tercera categoría propone
un esquema de red centrado en proveer de servicios a redes donde predominen los
dispositivos IoT, caracterizadas por una alta densidad de dispositivos con
velocidad de transmisión inferiores a los terminales de usuario.
A nivel físico, una de las principales
novedades es la aparición de las redes heterogéneas, que permiten incluir
algunas de las mejoras previamente descritas. Estas redes dividen la
arquitectura física en función del tamaño de las estaciones base que proveen a
los usuarios. Por un lado, siguen existiendo las estaciones base clásicas, las
cuales denominamos macroceldas y cuyo objetivo es ofrecer un rango de
cobertura que sea capaz de cubrir un área amplia, mediante el uso de
frecuencias por debajo de 6 GHz. Por otro lado, aparecen nuevos tipos de
estaciones base caracterizados por su disminución en tamaño. A estas las
llamamos micro/pico/femtoceldas, en orden descendente de tamaños. En el
caso más extremo, encontramos las femtoceldas, cuyo objetivo es proporcionar
cobertura en espacios reducidos donde haya una gran cantidad de usuarios (p.
ej. tiendas o restaurantes). Se espera
que, debido al rango de cobertura, este tipo de celdas se despliegue de forma
masiva coexistiendo múltiples femtoceldas en una única macrocelda. Debido a su
naturaleza, estas estaciones base sirven de manera individual a un número
reducido de usuarios en comparación con las macroceldas. Este hecho permite
aumentar significativamente el número de recursos asignado a cada usuario,
permitiendo velocidades de conexión muy por encima de las actuales.
Simultáneamente, el reducido número de usuarios por femtocelda disminuye la
señalización, junto lo que al corto rango del radioenlace permite disminuir la
latencia de la red hasta límites que hace unos años parecían inalcanzables.
Otra de las características de estas nuevas celdas es que su corto alcance
permite el uso de ondas milimétricas, lo que en el rango efectivo de las
macroceldas sería imposible dada la atenuación de estas frecuencias. En
particular, la Unión Europea ha propuesto la banda comprendida en el rango de
24.25 GHz a 27.5 GHz como la candidata para albergar las comunicaciones en la
tecnología 5G dentro del espectro correspondiente a las ondas milimétricas [3].
En resumen, este tipo de arquitectura
unido a un reparto equilibrado de potencia entre las estaciones base que
componen nuestra red, permiten la implementación de los tres escenarios
previamente descritos gracias a la maximización de la velocidad de transmisión
de datos y la minimización de la señalización y latencia en la red [4].
Figura 1. Estructura de red
heterogénea 5G y los rangos de cobertura de cada tipo de celda. Fuente: [5]
Nuevos Rangos de Frecuencia y Dispositivos de Alta Frecuencia
Al aumentar la frecuencia de operación, el ancho de banda disponible en la comunicación aumenta en consideración y, por tanto, la velocidad de conexión de los usuarios. Sin embargo, no todo es un camino de rosas ya que incrementar la frecuencia de operación provoca que las pérdidas de transmisión también aumenten. Veamos esto en más detalle. La ecuación que modela la potencia recibida por nuestro terminal móvil, en espacio libre (sin obstáculos) se le conoce como la ecuación de transmisión de Friis [6]. En la ecuación de Friis, la potencia recibida por el usuario depende de la potencia transmitida por la estación base, de las ganancias de las antenas receptora y transmisora y de las pérdidas de propagación. Mientras mayor sea la potencia transmitida o las ganancias de las antenas, mayor será la potencia recibida por el usuario. Sin embargo, a medida que aumenta la frecuencia o la distancia entre receptor y transmisor, aumentan las pérdidas. Como ejemplo, para una distancia de 1 km entre transmisor y receptor, las pérdidas serían de 89.3 dB para una red 5G operando en la banda de 700 MHz mientras que las pérdidas serían de 120.7 dB si la misma red opera a 26 GHz (26000 MHz). Esos aproximadamente 30 dB de diferencia implican que la atenuación es unas 1000 veces mayor al usar la banda de 26 GHz. Por supuesto, cabe mencionar que las pérdidas también aumentan al introducir obstáculos (edificios, montañas, vegetación) entre la estación base transmisora y el receptor móvil. Las pérdidas a altas frecuencias se pueden compensar aumentando las ganancias de las antenas transmisoras y receptoras. Esto implica sustituir las típicas antenas omnidireccionales y sectoriales (de baja ganancia y amplia cobertura) que operan en las estaciones base por antenas más directivas (de alta ganancia) [7]. Con ello, el paradigma de las redes de alta frecuencia cambia con respecto a las de baja frecuencia, basando sus esquemas en comunicaciones punto a punto. Es decir, la antena transmisora de la estación base apunta directamente hacia el usuario en cuestión. Nuevas tecnologías, materiales y técnicas de fabricación están siendo objeto de estudio para el diseño de antenas directivas de alta frecuencia, de bajo coste, que operen con un alto rendimiento. Ejemplo de ello son la popularizada impresión 3D (combinada con un posterior metalizado de la pieza), técnicas más específicas y avanzadas como gap waveguide (guía de ondas sin contacto eléctrico) o el uso de metamateriales.
Propagación
Como se puede deducir del párrafo previo, el estudio de
la propagación de las ondas electromagnéticas resulta imprescindible en el
despliegue efectivo de una red de telecomunicaciones. Para ello, una de las
labores del ingeniero es el modelado del canal de propagación atendiendo a los
distintos entornos factibles en una determinada situación. Por ejemplo, las
ondas electromagnéticas no se propagan de la misma forma entre los rascacielos
de la ciudad de Nueva York, que a lo largo de una gran llanura sin obstáculos.
Actualmente, existen modelos a bajas frecuencias que modelan de manera bastante
precisa esta variedad de entornos de comunicaciones (rurales, urbanos, interiores,
etc.). Estos se clasifican principalmente en dos grandes grupos, los modelos empíricos
y los modelos matemáticos. Los modelos empíricos están basados en
formulaciones derivadas directamente de un enorme conjunto de medidas reales
tomadas sobre el terreno. El más conocido de ellos es el Okumura-Hata, basado
en una serie de medidas realizadas en Japón en los años 70. Los modelos
matemáticos basan sus predicciones para la predicción del comportamiento del canal
en el estudio de la geometría del terreno y los procesos físicos que suceden
durante la propagación de las ondas. Uno de ellos es el modelo de propagación
de N-rayos.
A pesar de la existencia de múltiples modelos de canal,
la aparición de la tecnología 5G y consecuentemente el aumento en frecuencia
abren un nuevo abanico de posibilidades dentro del análisis del canal de
propagación. Los canales de comunicaciones no se comportan de la misma forma
para todas las frecuencias, por tanto, es fundamental la caracterización de los
canales en las nuevas bandas de frecuencia, como por ejemplo, la de 26 GHz.
Además, nuevos entornos hasta ahora inexplorados se abren paso gracias a los
avances tecnológicos. Algunos de ellos son las nuevas comunicaciones: barco-a-barco,
(Ship-to-Ship, S2S), barco-a-tierra (Ship-to-Land, S2L),
vehículo-a-vehículo (Vehicle-to-Vehicle, V2V) o vehículo-a-peatón
(Vehicle-to-Pedestrian, V2P). Estos escenarios requieren de un estudio
profundo para su correcta caracterización debido, entre otras cosas, a la alta
movilidad de los dispositivos que provoca un deterioro notable de la señal. Sin
embargo, en muchas ocasiones no existe la posibilidad de realizar un estudio y
modelado in situ. Para solucionar este problema, aparecen las cámaras
anecoicas y reverberantes. Estas cámaras permiten mediante la absorción y la
reflexión de señales en su interior, generar un entorno controlado de
comunicaciones donde realizar pruebas y estudiar modelos de canal. Este nuevo
entorno físico de simulación, junto a técnicas software de postprocesado de
señal permiten la recreación y el modelado de un número ilimitado de escenarios
desde una cámara de dimensiones reducidas. Una de estas técnicas de procesamiento
es el denominado time-gating [8], que permite modificar la naturaleza de
una señal mediante el enventanado de la misma. Este proceso, junto a la
posibilidad de combinar múltiples señales, es el que nos permite la recreación
de prácticamente cualquier entorno sin la necesidad de salir del laboratorio.
Beamforming
Los enlaces de comunicaciones punto a
punto requieren de una reconfigurabilidad intrínseca por parte de la estación
base transmisora. La antena debe dirigir y concentrar en tiempo real la radiación
en una determinada dirección espacial, en la cual se ubica el terminal móvil del
usuario receptor. A esta técnica se le conoce como beamforming
(conformación de haz) y es uno de los mayores retos tecnológicos de los
sistemas 5G [9]. Las estrategias más comunes de beamforming se basan en
el uso de agrupaciones de antenas cuya fase es controlada electrónicamente,
normalmente denominados como phased arrays. Controlando la fase de cada
elemento individual, podemos conseguir que la agrupación radie en una determinada región del espacio. Los métodos más tradicionales para
controlar la fase hacen uso de varactores (diodos que se comportan como un
condensador variable), o transistores implementados en tecnología CMOS
(Complementary Metal-Oxide Semiconductor). Aunque su rendimiento es bueno a
bajas frecuencias, estos dispositivos electrónicos sufren de grandes pérdidas
cuando la frecuencia supera los 25 GHz (25000 MHz). Es por ello que, para la
aplicación de beamforming en redes 5G que operen en la banda de 26 GHz (y
superiores), se están dedicando grandes esfuerzos al estudio de la
aplicabilidad de novedosos materiales reconfigurables, como el cristal
líquido o el grafeno. El cristal líquido es un material ampliamente
utilizado, en el rango óptico, en la fabricación de pantallas LCD aplicadas a
monitores de ordenador, relojes, pantallas de móvil, proyectores de vídeo, etc.
Su fácil reconfigurabilidad lo hace un material muy atractivo para beamforming
en sistemas 5G. Sin embargo, sus propiedades varían significativamente en el
rango de microondas con respecto al rango óptico. Por este motivo, se están
diseñando modelos de cristal líquido, de bajas pérdidas, especialmente
optimizados para su uso a estas frecuencias. Por otro lado, el grafeno se ha erigido
como una de las mayores revoluciones tecnológicas de los últimos 15 años. Su
dureza, flexibilidad y alta conductividad térmica y eléctrica lo hacen un
material muy preciado para la industria. Desde un punto de vista puramente
electrónico, sus propiedades pueden ser controladas mediante la
aplicación de un determinado potencial externo, convirtiéndolo en un material
reconfigurable de gran utilidad en sistemas 5G.
Energy Harvesting
Uno de los retos tecnológicos de esta generación es aumentar la eficiencia espectral de las redes 5G. Dicho con otras palabras, reducir y aprovechar en mejor medida el consumo de energía a la hora de dar cobertura a los distintos usuarios. Una de las formas de abordar este problema es a través de la estructura multicapa presentada anteriormente, y de la segmentación de las estaciones transmisoras en estaciones de menor tamaño que operen a altas frecuencias. De manera complementaria, se puede reutilizar la energía sobrante emitida por las estaciones transmisoras para alimentar a ciertos aparatos electrónicos. A este concepto se le conoce en la literatura inglesa como energy harvesting (recolección de energía). Probablemente este concepto es algo que ya les resultará familiar, ya que las placas solares o los aerogeneradores son también sistemas de recolección de energía. De manera análoga, la energía de radiofrecuencia (RF) emitida por las estaciones base, móviles, o repetidores FM puede también almacenarse para nuestro beneficio. Sin embargo, los niveles de energía del espectro radioeléctrico son muy inferiores comparados con otras fuentes como el sol o el viento. Aun así, la energía de RF puede ser utilizada para alimentar pequeños sistemas electrónicos de bajo consumo, como redes de sensores que operen de manera autónoma (no supervisada). Ejemplo de ello son algunos trabajos realizados por nuestro grupo en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid [10].
Como hemos podido ver a lo largo de esta entrada, la tecnología 5G abre múltiples caminos de investigación en los que a día de hoy se encuentran sumidos tanto empresas como grupos de investigación de todo el mundo. Las primeras redes 5G, que actualmente ya se encuentran desplegadas y operativas, suponen un triunfo a todos los esfuerzos realizados durante la década pasada. Sin embargo, este es solo el comienzo del camino y todavía no conocemos el límite de esta tecnología, esperando así mejoras sustanciales durante los próximos años en múltiples aspectos de las redes 5G.
Antonio Alex Amor y Alejandro Ramírez Arroyo,
Investigadores del grupo SWAT de la Universidad de Granada.
REFERENCIAS:
[1] Ted
Kritsonis, “Five big challenges facing 5G”
https://www.futurithmic.com/2020/07/02/five-biggest-challenges-facing-5g/
[2] J. A.
del Peral-Rosado, R. Raulefs, J. A. López-Salcedo and G. Seco-Granados, “Survey
of Cellular Mobile Radio Localization Methods: From 1G to 5G,” IEEE Commun. Surveys Tuts., vol. 20,
no. 2, pp. 1124-1148, 2018.
[3]
Plan Nacional 5G 2018-2020, Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.
https://avancedigital.mineco.gob.es/5G/Documents/plan_nacional_5g.pdf
[4] A. Ramírez-Arroyo, P. H. Zapata-Cano, Á.
Palomares-Caballero, J. Carmona-Murillo, F. Luna-Valero and J. F.
Valenzuela-Valdés, "Multilayer Network Optimization for 5G & 6G,"
IEEE Access, vol. 8, pp. 204295-204308, 2020.
[5] P. Sambanthan and T. Muthu, “Why Femtocell Networks?,” Global Journal of Researches in Engineering F: Electrical and Electronics Engineering, vol. 17, no. 4, 2017.
[6] ITU, “Cálculo de la atenuación en espacio libre”, Rec.
UIT-R P.525-2
https://www.itu.int/dms_pubrec/itu-r/rec/p/R-REC-P.525-2-199408-I!!PDF-S.pdf
[7] Á.
Palomares-Caballero, A. Alex-Amor, J. Valenzuela-Valdés and P. Padilla,
"Millimeter-Wave 3-D-Printed Antenna Array Based on Gap-Waveguide
Technology and Split E-Plane Waveguide," IEEE Transactions on Antennas
and Propagation, vol. 69, no. 1, pp. 164-172, Jan. 2021
[8] A. Ramírez-Arroyo, A. Alex-Amor, C. García-García,
Á. Palomares-Caballero, P. Padilla and J. F. Valenzuela-Valdés,
"Time-Gating Technique for Recreating Complex Scenarios in 5G
Systems," IEEE Access, vol. 8, pp. 183583-183595, 2020.
[9] Rao, L., Pant, M., Malviya, L., Parmar, A., &
Charhate, S. “5G beamforming techniques for the coverage of intended directions
in modern wireless communication: In-depth review,” International Journal of
Microwave and Wireless Technologies, 1-24, 2020.
[10] A. Alex-Amor et al, “RF Energy Harvesting System Based on an Archimedean Spiral Antenna for Low-Power Sensor Applications,” Sensors, vol. 19, no. 6, 2019.
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